-Para salir de Olea tenemos dos opciones: por la izquierda, pasando junto a la ermita de San Miguel, que dejamos a la izquierda, siguiendo el camino hacia abajo hasta el cruce con otro, donde continuaremos de frente, seguiremos la indicación hacia el puente del Argañal, pequeñito y de un solo ar
co sobre el arroyo del mismo nombre, este fue el trazado del Camino Real. Varios cierres de ganado nos cortan el paso en el alto de las Naviellas, aunque caminamos por terrenos del común, dejaremos cerrado si así lo encontramos. Salimos otra vez a la carretera para seguir hacia la derecha y enseguida un desvío nos lleva al Puente de Casasola, grande y con cinco arcos de medio punto, de origen romano, reconstruido para el paso del Camino Real, sirve para cruzar el río Camesa. Unos metros más adelante pisando sobre la calzada, salimos a la carretera general donde se encuentra el Mesón Casasola, donde podremos comer y beber si nos apetece.
Ahora volvamos a Olea para seguir la segunda opción, pasando junto a la iglesia en dirección al cementerio el cual rebasaremos, continuando hasta ver abajo el pueblo de Santa Olalla a donde descenderemos, su Iglesia de Sta. Eulalia es de estilo románico, destacando sobremanera las pinturas murales que contiene, haciendo referencia su iconografía a la vida de Cristo y otros personajes de la Historia Sagrada, encontrándose entre ellos Santiago (Matamoros), se conservan muy bien y merece la pena perder un poco de tiempo para verlas, existe un teléfono para que nos las enseñen. Otra de sus antigüedades es el Molino de Santa Olalla pasaremos junto a el esta recién restaurado y también se puede ver es del S.XVI ó XVII.
Seguiremos de frente por camino de grijo en subida suave, al llegar arriba girando a la izquierda a unos cien metros podemos ver el Menhir de Peñahincada, el primero de los seis que coinciden con nuestro camino, o mejor dicho, que nosotros coincidimos con ellos.
Este tramo desde Olea hasta aquí solo merece la pena hacerle si vamos a visitar la Iglesia de Sta. Olla, y ver el Molino y el Menhir.
No siendo así seguiríamos la carretera pasando por el puente de Reinosilla, sobre el río Camesa, también es romano, reconstruido en época medieval, un poco más adelante a derecha e izquierda, sobre pequeños arroyos, dos Lajas megalíticas restos del un Dolmen.
Este valle está lleno de anticuallas y si vemos unas, de no retroceder, dejaremos otras sin ver.
Llegamos a Reinosilla, pasando por el centro del pueblo, de su Iglesia románica es patrón San Isidoro, cuenta también con la Ermita de Ntra. Sra. del Soto y de un edificio sobresaliente la Torre de los Cossio, en la que destacan su escudo de armas y la portada de medio punto, es una pena que esté en ruinas, también existe en el pueblo un importante núcleo de cigüeñas.
Sigue la carretera y nosotros por ella llegamos a Casasola donde antes lo dejamos. Atentos a un cartel que señala Menhires, a cincuenta metros los vemos: “La Matorra I y II “, el primero de la mano de un artista tiene cincelada la Cruz de los Caballeros de Santiago y de otra quizás menos culta tres impactos de bala.
Vistos estos restos del neolítico y de significado incierto tenemos que seguir un sendero por el bosque de robles, está algo sucio (espero que algún día quede limpio de maleza), de todas formas se puede caminar (yo lo he hecho varias veces), si vemos dificultad seguir por la carretera
Siguiendo el sendero en un pequeño descampado existe uno de los llamados Terminos Augustales, bloques de piedra grabados en la parte superior, diríamos un tipo de Miliarios, están fechados entre los años XIII al XVI a de C. durante el mandato de Octavio Augusto, en Valdeolea existen dieciséis de estas anticuallas, eran usados para limitar las zonas militares de las civiles. Seguimos camino de monte, con señales de ganado, pero ahora ya limpio, una rara y vieja fuente nos llamará la atención al llegar a La Cuadra, el núcleo lo componen dos casas y pasando entre ellas otra vez salimos a la carretera. De un vistazo vemos otros tres Menhires “La LLaneda” “ La Puentecilla “y “El Cabezudo” (el más alto de todos, con una envergadura de 3,85mt) este se encuentra antes del pueblo de Las Quintanillas, al cual accederemos subiendo una cuesta, ya desde la carretera destaca una casona blasonada y su Iglesia parroquial, que está dedicada a San Vicente Mártir y es de estilo románico. Saldremos del pueblo por la parte izquierda siguiendo la calzada, con huellas de paso de ganado, vemos grandes bloques de piedra en los laterales y también el encachado, por ella llegaremos aun cartel informativo de la misma situado a la entrada de La Quintana.
Desde aquí tenemos que continuar por carretera hasta Las Henestrosas de Las Quintanillas que cuenta con una casa rural y dos edificios. El Palacio de la Corrala, formado por varios edificios, destacando en su fachada principal las dos entradas formadas por arcos de medio punto, un gran escudo y la capilla de Sta. Ana rematada por espadaña con su campana y dos pináculos laterales, en su interior cuenta con una amplia colección de pinturas murales bastante bien conservadas, datan de S.XVIII.
Salimos del pueblo por la parte de abajo siguiendo un camino y de frente encontraremos el segundo edificio, la Iglesia de Sta. María, en lo alto de un pequeño cerro destaca arrogante, quizás la construcción románica más importante de todo el Valle, construida en el S.XII cuenta con una amplia iconografía tanto exterior como interiormente, además de pinturas, aunque estas están algo deterioradas.
Continuamos la marcha por carretera, hasta llegar a Bercedo y el siguiente pueblo Cuena, un pequeño arroyo le cruza y de su Iglesia es patrona Sta. María, situada en lo más alto del pueblo y también es románica.
Por pista de grijo, con suaves subidas y bajadas, cruzaremos las vías del ferrocarril Bilbao-La Robla (hemos entrado en la provincia de Palencia). Encontraremos otras vías muertas, pero estas son anchas, en los laterales de la pista podemos observar restos de la calzada antes de llegar a la altura de Nestar, su Iglesia está bajo la advocación de San Martín de Tours (patrón de los peregrinos) y también contaba con la Ermita de Ntra. Sra. de la Calzada,(otra advocación jacobea) cuyas ruinas dejamos a la derecha antes de pasar el Puente de La Perdiz, de origen romano aunque reconstruido. Precisamente en este punto existe un centro de interpretación de Las Calzadas Romanas en Valdeolea.
Ahora salimos a la carretera de Barruelo a Aguilar de Campoo y la seguiremos por el carril bici existente.
Al acercarnos a Aguilar donde confluían antaño varios caminos de peregrinación veremos a la derecha sobre una colina los restos de su castillo con las torres de vigilancia y murallas, un poco mas abajo la Ermita de Sta. Cecilia, un magnifico edificio de estilo románico de los mejores de Palencia.
Llegados a esta Villa monumental que estaba amurallada y le llamaban de las siete puertas, entraremos en ella por la Avd. de Barruelo siguiendo a la izquierda por la de Ronda hasta una rotonda para desviarnos a la derecha y pasar por la Puerta de Reinosa, después por la calle Tobalina pasaremos por otra puerta con el mismo nombre.