jueves, 7 de enero de 2010

El Camino de Santiago - La última locura de David Meca

David Meca odia lo fácil. Disfruta con el peligro. Su vida se ha convertido en un carrusel de hazañas acuáticas, imposibles para la mayoría de los mortales. Siempre con una idea en mente: entrar en la historia. Ya se escapó de Alcatraz con grilletes, también unió el Estrecho de Gibraltar e incluso remontó el río Guadalquivir, 90 kilómetros contracorriente, como homenaje al centenario del Betis. Son sólo tres pinceladas de su bagaje, de sus «locuras», como muchos califican estas acciones. Y la última de sus aventuras la ejecutó el pasado martes, la víspera de Reyes. Mientras el 90% de los españoles pensaba en los regalos, en la noche de la magia y la ilusión, él se lanzaba al agua en la localidad gallega de Vilagarcía para convertirse en la primera persona que completaba el Camino de Santiago a nado.
20 kilómetros helados
20 kilómetros de distancia entre el punto de partida y el puerto de Pontecesures. El agua fría, helada, entre cuatro y seis grados. Condiciones extremas para emular al Apóstol Santiago que, según cuentan, abrió esta Ruta Marítimo-Fluvial en el año 44. El catalán se marcó el desafío de surcar el río Ulla y lo consiguió.
«Ha sido el reto más bonito y el más simbólico de mi carrera. Y también el más frío», reconoció ayer en Santiago de Compostela, en plena Plaza del Obradoiro, último paso de su genuina y peculiar peregrinación. Pero lo hizo después de pasar unas horas en el Hospital Clínico de Santiago. Porque Meca, en pleno año Xacobeo, lo pasó mal durante las más de seis horas que estuvo en el agua, entre la una y las siete de la tarde. Durante la travesía, con las corrientes en contra, padeció calambres en el hombre derecho. Aunque siguió adelante. «A 300 metros mi equipo pensó que no llegaba. Pero yo estaba empeñado. He pasado por momentos tremendos y de desesperación, pero nunca pensé en abandonar», explicó ayer el nadador.
En tierra, sin embargo, se derrumbó. Todo el mundo, su madre incluida, le aguardaba en el Club Náutico de la localidad gallega, pero al subir la rampa las fuerzas le esquivaron. Y no pudo coronar la cuesta. De inmediato, varios voluntarios intentaron reanimarle, tumbado en el suelo y tapado con una manta térmica. Estaba exhausto. Parecía un cadáver. Incluso se temió por su vida. Por eso, una ambulancia le evacuó al ambulatorio de Pontecesures con heridas en el cuello e hipotermia grave. De allí, al Hospital Clínico de Santiago, donde estuvo varias horas recuperándose del espectacular esfuerzo que había hecho.
«Que venga otro y lo bata»
David Meca, en este sentido, firmó otro éxito. Desde que en 1999 le sancionaron por un positivo con nandrolona, el catalán 'aprovechó' el castigo para enrolarse en aventuras extrañas, en travesías peculiares, muchas de ellas inéditas. Empezó con su particular fuga de Alcatraz, en septiembre de aquel año. A continuación unió la península y África por el Estrecho. Más tarde se dedicó a 'juntar' islas: La Gomera con Tenerife, ésta con Gran Canaira, Jávea con Ibiza...
Aunque también ha cosechado algún fracaso. Por ejemplo, en diciembre de 2004, cuando se quedó a menos de nueve kilómetros para recorrer el lago Ness. Las bajas temperaturas evitaron su proeza. El martes, no. Nada pudo con él. Quizá el Apostol le apoyó, le dio varios empujones para que lograse convertirse en el primer peregrino 'marítimo'. E igual el último. «Ahora que venga otro y lo bata, porque yo no pienso hacerlo por mar, aunque sí por tierra».

Fuente: Eldiariomontañes.es

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